Historia de la odontología: origen de la profesión de dentista
La odontología (del griego, «odontos» (dientes) y «logia» (estudio) es una rama de las ciencias de la salud, a menudo no conocida en su profundidad, que se dedica al diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades del aparato estomatognático (dientes, encías, tejido periodontal, articulaciones temporomandibulares, maxilar inferior y superior).
¿Conocías el origen de tan necesaria profesión? ¿Sabías que la historia de la odontología se remonta hasta la Prehistoria?
Las caries no son algo actual; desde la prehistoria (23.000 a.C.), el hombre Cromagnon ya sufría de caries dental. Nuestros antepasados en Mesopotamia (5000 a.C.) atribuían la causa de las caries a los “gusanos”, una teoría errónea pero que refleja la búsqueda por comprender las enfermedades dentales. En Egipto (3000 a.C.) nació el primer odontólogo, Hesi-Re, quien trataba los problemas buco-dentales de los faraones y realizaba incrustaciones de piedras preciosas en los dientes con fines estéticos y religiosos. La cultura maya (IX a.C.), al igual que los egipcios, realizaba incrustaciones, pero esta vez con piedra de jade y turquesa, también por razones religiosas y estéticas.
Odontología en la Edad Media
En esta fase podemos encontrar un hito en la historia de la odontología: en China (700 d.C.) se hallaron textos médicos que mencionaban el uso de “pasta plateada”, lo que actualmente se conoce como amalgama dental (una mezcla de minerales que se utiliza para rellenar las caries de los dientes).
Además, en el país asiático se creó el cepillo de dientes; anteriormente, los árabes utilizaban ramas de areca. Un punto importante en la odontología fue la prohibición a los monjes de realizar prácticas quirúrgicas (1250 d.C.), de lo cual tomaron relevo los barberos.
El periodo medieval destaca por los eruditos árabes, quienes lograron un gran avance en estudios de medicina y ortodoncia. Los dos más destacados de este periodo son Abu Bakr al-Razi (considerado uno de los padres fundadores de la ortodoncia, con métodos como la descripción de malformaciones dentales, métodos de tratamiento: la extracción de dientes o el uso de aparatos ortopédicos, y un énfasis en la higiene y dieta saludable) e Ibn al-Jazzar (quien recalcó la importancia de la higiene bucal, describió enfermedades bucales comunes como caries, infecciones o enfermedades de las encías, y desarrolló tratamientos para enfermedades dentales como remedios o extracción de dientes en casos severos).
Odontología en el Renacimiento y Siglo XVIII
En este periodo de la historia nace lo que hoy conocemos como la odontología moderna de la mano de Pierre Fauchard. Publicó “Le Chirurgien Dentiste” (El dentista cirujano) en 1728, en el que recoge todo el conocimiento dental de la época. Implantó técnicas y tratamientos avanzados, como los rellenos dentales y las prótesis. El avance científico bucal se debió en parte al surgimiento de academias y universidades como la “Royal Society” y la “Académie des Sciences”.
Durante el Renacimiento, la apariencia física cobró mayor importancia en la sociedad, siendo su principal interés la armonía facial y la sonrisa a la hora de plantear el tratamiento. La ortodoncia seguía siendo algo que solo podían permitirse personas de alta cuna o de poder adquisitivo elevado.
Odontología en época contemporánea (Siglo XIX y XX)
En 1840 fue fundada la primera academia de odontología, “El Baltimore College of Dental Surgery” en Estados Unidos, lo que marcó un antes y un después en la forma de enseñanza de esta disciplina. Asimismo, aparecieron las primeras herramientas modernas, como el uso de anestesia (1844) gracias a Horace Wells utilizando un compuesto de óxido nitroso. También se patentó la silla odontológica por Waldo Hanchett, siendo esta una variación de la silla del barbero pero adaptada a la profesión.
Paralelamente se descubrieron los rayos X (Wilhelm Röntgen), lo que ayudó a dar diagnósticos más precisos y claros. En este punto de la historia apareció la pasta de dientes por Washington Sheffield, y se introdujo el uso de la novocaína en 1907 (un derivado del anestésico que se utiliza durante procedimientos dentales cortos, funcionando rápidamente y con efectos de corta duración).
En el siglo XX, encontramos avances que hicieron evolucionar la práctica dental, permitiendo reparaciones y reemplazos dentales efectivos y duraderos. Algunos de estos avances fueron: la radiografía intraoral, la silla dental reclinable (las sillas que encontramos hoy en día en el dentista), el descubrimiento de la técnica de implantes dentales (Ingvar Brånemark) y los rellenos de resina (Michael Buonocore). Lo más destacable fue la fluoración del agua, que ayudó a prevenir las caries de forma eficaz.
Actualidad en la profesión: prevención y autocuidado
Frente a periodos anteriores, ahora podemos decir que la odontología se centra en el cuidado y tratamiento efectivo, siempre teniendo en cuenta la salud y el bienestar del paciente. Encontramos diferentes disciplinas, desde periodoncia (enfermedades de las encías), endodoncia (nervios de los dientes), odontopediatría (atención bucal-dental desde recién nacidos hasta adolescentes) y ortodoncia (corrección de deformaciones dentales y maxilares).
Actualmente, no solo se tratan enfermedades, sino que también se previenen y se mejora la calidad de vida de los pacientes gracias a un enfoque multidisciplinar. La prevención se ha convertido en un aspecto importante en la actualidad. La investigación y el servicio son ahora prioridades, dedicándose tanto a la innovación científica como a la prestación de servicios de calidad.
Especialidades de la odontología
- Odontología general: Aborda la mayoría de los problemas bucales de forma generalizada para mejorar la salud bucal. Los problemas mayores deben ser delegados a especialistas en su campo.
- Ortodoncia: Se encarga de la atención dental y ortodoncia (dientes y mandíbula), como los brackets, los empastes y los problemas con la mandíbula. Es la rama de la odontología mejor pagada y una de las más demandadas.
- Periodoncia: Se especializa en las enfermedades de las encías y del tejido que rodea y sostiene los dientes. Los problemas más comunes incluyen la gingivitis y la periodontitis.
- Endodoncia: Estudia las enfermedades de la pulpa dental (nervio). Su objetivo es limpiar el diente por dentro cuando ocurre una infección o cuando el nervio dental se ve afectado.
- Odontopediatría: Se centra en el tratamiento de niños, adolescentes y recién nacidos. Trata principalmente los dientes de leche, realiza tratamientos con flúor para prevenir caries y enfermedades, y aplica intervenciones quirúrgicas en caso de problemas de crecimiento dental o de la mandíbula.
- Prostodoncia y odontología protésica: Sustituyen los dientes mediante el uso de implantes, prótesis y coronas, trabajando en equipo con otros especialistas. Se dedican al tratamiento y rehabilitación de la dentadura afectada por pérdida o traumatismo.
- Patología maxilofacial y oral: Diagnostica y estudia enfermedades o alteraciones de la cavidad bucal, el complejo maxilofacial y las estructuras cervicales. Trata enfermedades poco comunes, como tumores, degeneración, traumatismos o envejecimiento.
- Cirugía oral y maxilofacial: Su campo de trabajo es amplio, abarcando enfermedades y lesiones en la cabeza, cuello, cara, mandíbula y tejidos duros y blandos de la boca. Muchos odontólogos se especializan aún más en un área específica dentro de todas las posibilidades que tienen.
En resumen, la odontología es una crónica de evolución y progreso constante. Desde la prehistoria hasta la actualidad, ha sido relevante y un caso de estudio debido a su gran complejidad y a ser un problema que afecta de manera global independientemente de la etnia y la edad. El siglo XIX y XX fueron periodos históricos en los que se lograron más hitos tecnológicos y científicos, introduciendo herramientas como la anestesia, la radiografía y técnicas quirúrgicas avanzadas para restaurar dentaduras. Además, en estos siglos, la odontología se hizo finalmente más accesible para las clases medias, pudiendo todos ahora beneficiarnos de un cuidado apropiado de nuestra salud bucodental.